Cómo estimulo mi creatividad
Desde aprender a atarme los zapatos hasta armar un mueble que viene en caja, seguí las instrucciones paso a paso que otros me indicaron. Es decir, logré mis objetivos copiando e imitando.
Sin embargo, aunque copiar es muy útil para aprender ciertas cosas, no es un acto creativo.
Sin embargo, aunque copiar es muy útil para aprender ciertas cosas, no es un acto creativo.
Para desarrollar la creatividad necesito alejarme de las respuestas de otros.
Claro que busco información sobre la cosa que deseo crear. Generalmente me ayuda conocer lo que otros descubrieron del tema, las dificultades que sortearon, los materiales que les resultaron mejor... qué sé yo.
Después, me alejo de esas soluciones ajenas y vuelvo a mí.
Es que la creatividad es una manera de percibir la vida. Y mi manera particular de percibirla nunca puede coincidir con la de otro, aunque otras maneras puedan servirme de inspiración.
Por esto, algo que pongo en práctica es mi habilidad para descubrir lo cotidiano.
Descubrir es una palabra bonita, si prestas atención
Refiere a sacar la cobertura. A quitar lo que cubre.
Cuando no veo nada más que aburrimiento en lo que vivo a diario, significa que no estoy quitando la cubierta a nada. Así que me obligo a volver a mirar.
A veces miro con intención. Por ejemplo, busco en las nubes alguna forma conocida. Obviamente que es mi intención la que da sentido a la forma amorfa de la nube, pero hacer esto me divierte.
La diversión me anima a quitar la cubierta a lo cotidiano.
Siento que soy más creativa cuando hago cosas divertidas.
Esto es importante: divertir no es solo entretener
Refiere también a desviar, apartar, alejar la atención de algo común para permitir que aparezca otra cosa.
No logro ser creativa cuando estoy entretenida. Necesito alejarme de lo que me entretiene para conectar con lo que me divierte.
Cuando estoy entretenida, el tiempo pasa sin que me de cuenta. En cambio, la diversión muchas veces me genera urgencia, apremio, deseos de actuar ya.
Es como un estado del alma que me lleva a reconocer otra posibilidad o idea o imagen; diferente a la que percibo ante mí.
Y, desde esa actitud, puedo crear.
También desmitifico la creatividad
A veces lo que creo diferente no es el objeto en sí sino el proceso por el que construyo ese objeto.
El resultado parece el mismo, pero lo vivido no tiene nada en común.
Es que la creatividad no se refleja únicamente en lo tangible, en los objetos u obras. La creatividad es un estado de vida que se desarrolla en la medida que conectas con la vida. Y la vida es mucho más que la situación concreta que uno habita.
Entonces, para desarrollar la creatividad me doy cuenta que:
- Conozco o investigo el tema, objeto o material sobre el que quiero crear. Aprendo de lo que otros hicieron. No me importa apoyarme en las obras de otras personas para crear.
- Me aparto de lo que aprendí antes que me sofoque. Hay un momento en que la información comienza a ser un obstáculo. Y si no me doy cuenta y se me pasa el momento, quedo adherida a la necesidad de copiar o imitar lo que otro hizo. Pierdo la ocasión de crear, y necesito volver a empezar.
- Practico asiduamente la acción de descubrir. No importa qué descubro; puede ser algo tan trivial como una pelusa que pasó rápidamente frente a mí y nadie más vio. Lo que sí me importa es ponerme en acción, sacar las coberturas a lo obvio.
- Busco acciones que me diviertan, no que me entretengan. Eso permite que abra el campo de atención. Que cambien de rumbo las respuestas conocidas. Que tomen otro camino las ideas que creí correctas.
- Y actúo. Sin prestar atención si lo nuevo es el proceso de creación o si también se verá reflejado en el resultado.
Quizá mi forma de estimular la creatividad te ayude a descubrir la tuya.